foto: google imagenes.

Las voy a leer textualmente, porque hablan por sí solas. Son tan terribles que son elocuentes. Oiga esto: “Operaciones: Amazonas, Transmilenio, Bahía: Estrategia: Desprestigio medios de comunicación, encuestas, chat. Calles: Distribución de panfletos, grafitis, volantes, afiches, libros. Creación de páginas web, comunicados, denuncias, montajes”.

Luego dice: “Sabotaje: terrorismo, explosivo, incendiario, servicio público, tecnológico. Presión: amenazas y chantaje.” Ese es uno de los documentos, oigan otro. “Desinformar a la población que se encuentra a favor de los detractores del gobierno. Generar división al interior de los movimientos de oposición.

Impedir la materialización de escenarios convocados por la oposición. Transbordo ideológico”.

Luego otro documento, también decomisado por la Fiscalía en el allanamiento al DAS. “Departamento Administrativo de Seguridad. Dirección General de Inteligencia Subdirección de Operaciones. Libertad y orden. Junio de 2005.

República de Colombia. Amazonas –el nombre de una de las operaciones según dije al comienzo –. Objetivo general: Promover acciones en beneficio del Estado para las elecciones del año 2006. Blancos: Partidos políticos opositores al Estado, Corte Constitucional.

Frente Social y Político, Carlos Gaviria Díaz: Generar vínculos con ONT-Farc. Partido Liberal Colombiano, Piedad Córdoba: Generar vínculos con las Autodefensas Unidas de Colombia. Horacio Serpa Uribe: Generar vínculos con el ELN.

Polo Democrático Independiente, Gustavo Petro: Generar vínculos con las Farc. Antonio Navarro: Generar vínculos con el M19 y el narcotráfico. Wilson Borja: Generar vínculos con infidelidad sentimental. Samuel Moreno: Demostrar relación con desfalcos financieros”.


Me permito recordarle, entre paréntesis, al bárbaro que hizo esto, que asilo se escribe con s, por lo menos. “Comunicados: desvinculación del esquema de protección del DAS Operación Internet: Objetivo: generar controversia a cerca, en torno, a las ONG.

Estrategias: desprestigio. Acción: emisión de comunicados a través de las páginas Corporación Verdad y Justicia y Servicio Colombiano de Información y Estadística para la Prevención del Conflicto”.

Esto es escuetamente lo que dicen esos terribles y monstruosos documentos. Son las 7 y 22. Divulgados esos documentos, permítanme ustedes, ya que estamos en la sección de mi editorial, y digo mí editorial porque no me compromete sino a mí, a nadie más.

Mis opiniones me comprometen a mí, déjenme decir lo siguiente: esto no son chuzadas, esto es el espionaje más horrendo y asqueroso y repugnante del mundo, con atentados terroristas, como dice ahí, inclusive atacando camiones que reparten libros, con desprestigios de las personas, con ataques a sus familias. Esto no son chuzadas, señores, esto es muchísimo más grave que eso.

Esto es un plan de un organismo del Estado para acabar con el país, eso no es más, lo que dice ahí es eso. Quién le dijo al DAS, quién les dijo a los funcionarios del DAS que el gobierno y el Estado son lo mismo. Por ejemplo, aquí dice: “Establecer vínculos con delincuentes de parte de los opositores del Estado”.

No. En una democracia la gente tiene derecho a oponerse al gobierno, sea cual sea el gobierno. Quién le dijo al DAS que aquí hay delito de opinión o el delito de discrepar o el delito de disentir del gobierno. Quién les dijo que uno puede ir al colegio de los niños a perseguir a los hijos de los opositores.

Quién le dijo que uno puede acostarse en este país y no amanecer en su cama porque a la media noche sin proceso, sin justicia, sin pruebas, sin una orden judicial, aparecen a cogerlo a uno en su casa. Quién les dijo eso.

No solo los colombianos, no solo le estamos pidiendo a la Fiscalía, a la Corte Suprema o todo el sistema judicial, no solo estamos pidiendo que nos digan quién hizo esto, quién lo ordenó, quién lo aprobó, quién lo llevó a cabo, quién, conociendo lo que el DAS estaba haciendo, se volvió encubridor de esto y no lo denunció ante las autoridades.

No solo lo pedimos, lo exigimos. Los colombianos tenemos derecho a saber quién fue el que convirtió al país en un Estado de policías y terroristas del Estado, quién intentó convertir esto en una nación de espías, quién fue el que concibió el macabro plan de convertir a opositores reales o imaginarios como si fueran delincuentes, quién, quién está detrás de esto.

¿Tres detectives del DAS? No me hagan reír, hombre. Queremos y necesitamos y exigimos saber que esto llegue hasta sus últimas consecuencias, caiga quien caiga. Miren, el cáncer no se cura con mejorales, dice el pueblo, esto lo que necesita es una alta operación de cirugía, esto no se cura con analgésicos.

Queremos saberlo, porque queremos saber si el DAS es una institución respetable del Estado o es una cueva de bandidos. Esto no lo hacen sino los bandidos, perseguir a los demás, poner bombas para hacer creer que fue la oposición, como ellos la llaman, perseguir adversarios, intentar manipular las elecciones, como lo dicen ahí mismo los documentos del DAS que acabamos de leer.

Yo no sé si el país tenga, como yo, la indignación que estoy sintiendo, pero por lo menos a título único como si estuviera aquí clamando en el desierto pido, exijo, como ciudadano colombiano, porque ese es mi derecho, que me digan quién hizo esto.

Quién lo hizo, quién lo planeó, quién lo concibió, quién lo escribió, quién lo llevó a cabo, quién lo aprobó, qué funcionario del Estado, sea quien sea, sabiendo que el DAS los estaba cometiendo estos delitos, no los denunció o no hizo nada por impedirlo.

Eso es lo que queremos saber. Vuelvo y repito con San Juan el Evangelista cuando tenía apenas 24 años, era casi un niño el Evangelista cuando escribió esos textos magníficos, repito con él: “Conocer la verdad, porque solo la verdad nos hará libres”.

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