Los colegas Javier Manjarres Ramos de Barranquilla, Atlántico, y William Montesinos de Barrancabermeja, Santander, fueron agredidos por particulares violentos e intolerantes, mientras realizaban cubrimientos periodísticos, el pasado 4 de julio.
El periodista Manjarres, director del Magazín de la Noche emitido por Emisoras Unidas de la Cadena Radial La Libertad, fue atacado por una fanática del Movimiento Ciudadano, a la salida de una rueda de prensa convocada por el presidente del Polo Democrático Alternativo, Carlos Gaviria.
La iracunda militante increpó al periodista, a la salida del Hotel El Prado, reclamándole sus preguntas sobre investigaciones y denuncias por corrupción contra el ex sacerdote y ex alcalde de la ciudad, Bernardo Hoyos, líder del Movimiento, hoy parte del PDA. A los reclamos se sumaron otros militantes que empujaron y golpearon al colega, quien terminó en el piso sin sentido y con varias contusiones.
Por su parte la Corporación de Periodistas de Barrancabermeja y Magdalena Medio, CORPEMAG, denunció que el colega William Montesinos de Enlace Televisión, fue agredido e insultado por varios mototaxistas a la salida del canal, tras entrevistar al Director de Tránsito, a quien había preguntado sobre un decreto que impuso restricciones a quienes transportan pasajeros en sus motocicletas, hecho que ha generado disturbios en el puerto petrolero.
No contentos con este ataque contra la libertad de prensa, una hora más tarde, cuando el colega Montesinos salía de las instalaciones de la alcaldía, nuevamente fue agredido por varios desconocidos motorizados que le lanzaron piedras, harina y agua.
“Es tal el ambiente general de intolerancia en Colombia, que las rutinarias preguntas de un periodista, lo pueden convertir en objeto de agresión de particulares fanáticos que deberían estar tras las rejas”, comentó Eduardo Márquez, presidente de la Federación Colombiana de Periodistas FECOLPER.
“A los dirigentes del Polo Democrático en Barranquilla, les hacemos un llamado para que expulsen públicamente de su filas a los agresores, si no quieren ser objeto de un veto periodístico como respuesta a la agresión; ya lo colegas de la costa atlántica están contemplando la posibilidad de negarse a participar en ruedas de prensa con presencia de militantes. Y a los mototaxistas de Barranca, solo queremos recordarles que los periodistas no redactamos decretos sino noticias; pero también que, si insisten en agredirnos, solo conseguirán que cerremos filas en nuestra defensa, armados de la palabra, nuestra herramienta de trabajo”, concluyó Márquez.