Las amenazas de presuntos paramilitares contra el periodista colombiano Gonzalo Guillén, quien trabaja como corresponsal del diario norteamericano Miami Herald en Bogotá, llegaron hace diez días a la sede del periódico en Miami, según confirmó a la agencia AFP el propio comunicador.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó su «preocupación» por la situación de Guillén, y advirtió que todo acto de violencia contra los periodistas «constituye una violación del derecho fundamental a la libertad de expresión». Añadió que confía en que las autoridades refuercen las medidas para «proteger la vida y el libre ejercicio periodístico» de Guillén, y en que los culpables sean condenados.
En un artículo de este viernes en el Herald, Guillén dijo que el jefe paramilitar Vicente Castaño, pedido en extradición por Estados Unidos, está refugiado en la península de La Guajira (Caribe), «desde donde dirige la reorganización de decenas de escuadrones de la muerte en todo el país».
Según el reportero, que cita fuentes de inteligencia de las cuales obtuvo una foto de Castaño en esa región fronteriza con Venezuela, el paramilitar se refugia allí con la presunta «complicidad de agentes de la fuerza pública».
Castaño está prófugo desde el pasado 16 de agosto, cuando el presidente Álvaro Uribe dio un ultimátum a los jefes paramilitares para que se sometieran a la justicia, en cumplimiento de los acuerdos firmados en el marco del proceso de paz que desmovilizó a cerca de 30.000 combatientes de las Autodefensas Unidas de Colombia. Castaño entró de nuevo a la clandestinidad, tras trascender que había dado la orden de asesinar a su hermano Carlos Castaño, comandante general de las AUC por sospechar que estaba realizando contactos con el gobierno norteamericano.