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La Federación Internacional de Periodistas (FIP) y su organización regional, la Federación de Periodistas de América Latina (FEPALC), expresan  y reiteran su reprobación a las autoridades de Colombia por el método utilizado por militares de aquel país, que se identificaron como periodistas de la cadena Telesur en el transcurso del reciente operativo de liberación de 15 rehenes en poder de las FARC, entre los que se encontraba Ingrid Betancourt.

  Este hecho fue señalado días después por el propio ministro de Defensa colombiano, quien confirmó que los militares ensayaron previamente su papel de falsos periodistas, en una acción planeada por sus mandos y conocida por el gobierno del país.

    “La FEPALC”, ha dicho su presidente Manuel Méndez, “se suma a esa desaprobación ya expresada por la Federación Colombiana de Periodistas (FECOLPER), que señaló que involucrar a reporteros en operativos militares, o que miembros de alguna de las partes enfrentadas se presenten como periodistas en el desarrollo de una operación militar, colocan a los verdaderos informadores en riesgos adicionales”. Tanto la FIP como la FEPALC estiman que la credibilidad de los periodistas queda en entredicho y aumentan los riesgos para los profesionales de la información porque cuando trabajan en el entorno de los grupos armados pueden terminar convirtiéndose en víctimas señaladas de la hostilidad bélica.

La FIP y la FEPALC denuncian el incumplimiento del Derecho Internacional Humanitario y de sus normas de adopción en el Código Penal colombiano, al establecer que los periodistas o corresponsales de guerra deben ser protegidos cuando llevan a cabo este tipo de misiones profesionales.

www.fepalc.org/

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