Leiderman Ortiz Berrio y Edgar Astudillo, periodistas en Caucasia (Antioquia) y Montería (Córdoba) respectivamente, fueron señalados como “Periodistas agitadores” en un panfleto atribuido presuntamente a la banda criminal “Los Rastrojos” y en el que se les incluye con 22 personas más en lo que denominan “comienzo del plan pistola”.
“No aprendieron la lección y siguen dedicados al proselitismo pro farucho, han cogido de banderas los derechos humanos, la defensa de las víctimas, la restitución de tierras y la paz … Quedan notificados, si continúan su proselitismo político, sindicalista, pacifista, izquierdista contra nuestras organizaciones pagarán las consecuencias. Ellos saben que nuestra paciencia tiene límite”, se indica en el panfleto que se encuentra en proceso de verificación por parte de las autoridades.
Leiderman Ortiz Berrio, es uno de los periodistas más amenazados en Colombia. Es reconocido por sus “denuncias valientes” a través del periódico “La Verdad del Pueblo” que circula en el bajo cauca antioqueño y su trabajo como defensor de derechos humanos. Ha sido objeto de atentados con artefactos explosivos, uno, cuando en mayo de 2010 lanzaron una granada contra la fachada de su residencia, atentado similar al ocurrido, cuando otra granada detonó en medio del patio de su casa y un edificio colindante. Actualmente cuenta con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos –CIDH.
Por su parte, Edgar Astudillo, es un periodista investigativo que en 2009 denunció el accionar de la banda criminal “Los Paisas” en Montería, y cuyos informes periodísticos provocaron que fuera amenazado y desplazado. En 2011 regresó a Córdoba, dirige un programa radial y es integrante del Comité Nacional de Impulso del Proceso de Reparación Colectiva a Periodistas.
En diálogo con la Federación Colombiana de Periodistas, Ortiz Berrio, solicitó que la Fiscalía opere con mayor eficiencia para determinar los culpables y que la Unidad Nacional de Protección «reevalúe su seguridad y la de su familia» y cumpla con los más de 80 periodistas protegidos que como él hoy tienen restricciones para realizar trabajos periodísticos debido a que no cuentan con los viáticos para los desplazamientos de los hombres de protección.
Astudillo, rechazó las amenazas y expresó que es lamentable que se pretenda coartar la libertad de prensa: “Quienes figuramos en este listado somos amigos del proceso de paz, amigos de los diálogos y de una salida negociada al conflicto y no somos terroristas. Somos víctimas, recontra victimizadas”.
La Federación Colombiana de Periodistas –FECOLPER- solicita al gobierno colombiano tomar todas las medidas necesarias para proteger la vida de los periodistas, así como las de sus familias, y exige a la Unidad Nacional de Protección soluciones prontas y duraderas para garantizar la vida e integridad de los comunicadores.