El 6 de noviembre, cuando el periodista Pedro Antonio Cárdenas se encontraba en la terminal de transporte de Yomasa, Bogotá, fue abordado por una patrulla motorizada de la Policía, para preguntarle si era el reportero que investigaba el Tránsito y con qué medio trabajaba. Cárdenas explicó a Ceso-FIP que tras identificarse, los uniformados le dijeron que no era permitido ejercer el periodismo en esa zona.
Pocos minutos después, llegó al lugar una patrulla de Tránsito asignada al sector. Un agente, identificado con el chaleco 847, retuvo la cédula de ciudadanía de Cárdenas y pidió los documentos del vehículo al conductor-escolta. Luego de un procedimiento de verificación, los policías anunciaron la inmovilización del vehículo, mientras acusaban al periodista de “sapo”, pues éste llamó al Comandante de Policía de Bogotá.
Luego de la llamada, llegó al lugar el sargento Jesús Enrique Suárez, Comandante de Tránsito asignado a ese sector, quién ordenó a los agentes devolver los documentos al periodista, reconociendo que los policías estaban cometiendo una falta al restringir el ejercicio periodístico de Cárdenas.
En el último número de la revista “La Verdad”, (Año 7 Edición 15), de quien Pedro Cárdenas es director y reportero, fue publicado el artículo “Agentes de tránsito, conductores propietarios de vehículos piratas comprometidos en un presunto matrimonio de corrupción”. Allí se denuncia el presunto comportamiento irregular de los policías identificados con los chalecos 118, 843 y 854, en el sector Yomasa.
El periodista Pedro Cárdenas es beneficiario de medidas cautelares decretadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.