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Informe sobre Impunidad de asesinatos de periodistas

El 20 de septiembre de 2007, Giovani Alvarez, quien de lunes a viernes salía al mediodía de la emisora en la que hacía su programa radial en Sabanalarga, Atlántico, no llegó a su casa a almorzar. Llamó a su esposa y le dijo que viajaría a Barranquilla. Hoy le agradece a Dios haber tomado esa decisión porque a las afueras de su residencia lo esperaban para matarlo.

Según la Fundación para la Libertad de Prensa , Flip, Álvarez es uno de los 32 periodistas colombianos que tuvieron que salir de su lugar de origen entre 2004 y 2008 por amenazas contra su vida, producto de su oficio. Sin embargo, otros como Amparo Jiménez ya no tienen la oportunidad de contar su historia.

El 11 de agosto de 1998, Jiménez fue asesinada en su casa luego de llevar a su hijo al colegio. La profesional era corresponsal en Valledupar de los noticieros de televisión Q.A.P. y En Vivo, y coordinadora de la organización no gubernamental Redepaz. Un sicario le propinó tres disparos en la cabeza.

Por este hecho, el 20 de junio de 2002 el paramilitar Libardo Prada Bayona fue sentenciado a 37 años y 8 meses de cárcel por homicidio agravado. Hoy se encuentra encarcelado, pero todavía se deconoce quién le pagó por el crimen.

Un informe de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, dice que Amparo Jiménez había sido amenazada por militares y paramilitares por tener en su poder un material grabado que contenía denuncias sobre el desalojo de 170 familias que ocupaban los predios de una hacienda, propiedad del ex congresista y ex embajador Carlos Arturo Marulanda.

Del hecho sólo quedan los recuerdos de una gran mujer, entregada a su familia y a su profesión y presunciones de los que pudieron haber participado en el crimen. Nada más.

En 2001, Marulanda fue capturado por otros cargos en España, y aún se investiga la participación en el homicidio del grupo ‘Los Chamizos’ y del ex jefe paramilitar Hernán Giraldo Serna, del Bloque Resistencia de las autodefensas.

Desconcierto. Las cifras de crímenes contra los periodistas son preocupantes: un informe de la Flip indica que entre 1977 y 2007 fueron asesinados en el país 136 comunicadores y que, pese a lo dramático de semejante cifra, no hay condenas contra ningún autor intelectual. Pero una excepción confirma la regla:

La semana pasada, una jueza sentenció a 28 años y cuatro meses de cárcel al ex alcalde de Barrancabermeja, Julio César Ardila, por el homicidio del periodista José Emeterio Rivas, director de la emisora comunitaria ‘Calor Estéreo’, hallado el 6 de abril del 2003 en un paraje rural entre Barracanbermeja y Bucaramanga.

Juan Pablo Ariza, candidato al concejo municipal de esa ciudad, y el político Abelardo Rueda Tobón, también fueron condenados a 26 años y cuatro meses de cárcel.

La libertad de prensa es patrimonio constitucional y su defensa es deber de la sociedad entera, así lo entendió la juez en este caso.

La muerte de Jaime Garzón

El 13 de agosto de 1999, el reconocido periodista y humorista Jaime Garzón recibió 6 disparos, cuatro en la cabeza y dos en el cuello, cuando se dirigía a la emisora Radionet donde tenía un espacio en un noticiero. Salió muy temprano en la mañana en su camioneta, se estacionó a esperar que el semáforo cambiara de luz, y de repente aparecieron dos sujetos en una motocicleta, quienes le propinaron los disparos.

Casi diez años después del asesinato, no hay ninguna persona capturada. Juan Pablo Ortíz Agudelo y Edilberto Sierra, detenidos preventivamente como presuntos autores materiales del homicidio, fueron juzgados y absueltos. El 10 de marzo de 2004 se dictó la única condena en este proceso: el ex jefe paramilitar Carlos Castaño, quien habría sido asesinado por miembros de las autodefensas, fue condenado a 38 años de cárcel. El 9 de mayo de 2008, el desmovilizado paramilitar Diego Fernando Murillo, alias ‘Don Berna’, señaló que el autor material del crimen de Garzón fue Carlos Castaño.

Amenazas

El periodista Emeterio Rivas era el director del programa de Investigación contra la Corrupción Administrativa en Barrancabermeja. Rivas había recibido amenazas por denunciar presuntas irregularidades en la contratación de Barrancabermeja a favor de los paramilitares de la zona.

Cifras

Los autores .Un informe de la Flip señala que en la mayoría de los casos los presuntos autores de los crimenes son narcotráficantes, paramilitares y las guerrillas del ELN y las Farc.

Giovani Alvarez .“Extraño mi tierra y mi hijo mayor, quien todavía vive en Colombia, porque el país que me acogió no lo recibía por su mayoría de edad. No regresó allá porque nadie garantiza que estaré a salvo. Estaba dedicado a ayudar a la gente a través de mi oficio, pero las cosas terminaron mal”.
La impunidad le hace más daño al periodismo que las balas: SIP

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) destaca la decisión de la Juez Primera Penal del Circuito Especializado de Bucaramanga, Nelly Vallejo Aranda, quien condenó al ex alcalde de Barrancabermeja, Julio César Ardila Torres, a 28 años y 4 meses por el crimen contra el reportero José Emeterio Rivas.

Además, considera que “se trata de un hecho muy significativo porque, por primera vez en mucho tiempo, se condena al autor intelectual de un crimen contra un periodista”.

Y es que, en efecto, la peor enemiga de los periodistas en Colombia es la impunidad, ya que ha cubierto con su manto a muchos de los autores intelectuales de estos homicidios, lo que le ha dejado la puerta abierta a otros para que cometan los mismos crímenes.

Por ello el presidente de la SIP, el periodista colombiano Enrique Santos Calderón, hasta hace poco director de El Tiempo y hoy convertido en consejero de Contenido de dicho diario, resaltó, además, “el mensaje que el Poder Judicial colombiano está enviando en este caso para ir erradicando la impunidad, que ha sido por muchos años el generador de violencia”.

La Fundación para la libertad de Prensa, Flip, también celebra la condena. La Fundación señala que la decisión judicial constituye un pequeño, pero importante avance en la lucha contra la impunidad de los crímenes contra periodistas.

De igual forma, hace un llamado a las autoridades que actúen con la misma eficacia y voluntad en los demás procesos pendientes.“En muchas de éstas existe información suficiente para hallar a los responsables de estos hechos”, dice.

Y no es para menos, puesto que el panorama es muy desalentador a la hora de hablar de libertad de prensa en Colombia.

Según un informe de la Flip, el cual analiza la impunidad en las investigaciones contra los asesinatos a periodistas, entre 1992 y 2006, encontró que de los 98 crimenes cometidos en ese período, 22 permanecen en etapa preliminar o de investigación, mientras seis fueron suspendidos por faltas procesales o precluidos, seis fallos absolvieron a los sindicados y tres de ellos terminaron con condenas.

Fuente: El Heraldo

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