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Colombia: El programa de protección de periodistas debe ser reformado [ES] [FR] [EN]

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A 15 años de la creación del programa de protección a periodistas en Colombia, se evidencian deficiencias que exigen reformular el modelo. Estas problemáticas son recogidas en dos informes que se enmarcan en la campaña «Periodismo en Riesgo». Uno de los documentos es presentado por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), y el otro bajo la alianza Reporteros Sin Fronteras (RSF-América Latina) y Federación Colombiana de periodistas (FECOLPER).

Crisis presupuestal, crisis en la toma de decisiones, dificultades para evaluar los niveles de riesgo y agilizar los trámites; retrasos injustificados en la implementación y entrega de los esquemas de protección; corrupción, entre otras situaciones desarrolladas en estos informes dan cuenta de los numerosos problemas.

Para la FLIP, aunque el número de homicidios a periodistas ha disminuido considerablemente, el panorama sigue siendo desalentador. Un programa que es cada vez más complejo también es cada vez más ineficiente e indiferente con los periodistas de región.

En estos 15 años, el Estado ha optado por orientar la protección hacia la custodia de los periodistas, escoltándolos, pero dejando de lado la justicia, la prevención y la eliminación del riesgo. Las agresiones contra la prensa no disminuyen, y de las 338 amenazas contra periodistas que la Fiscalía General de la Nación tenía registradas en agosto de 2014, sólo en una se condenaron a los responsables.

Por otra parte, Adriana Hurtado, presidenta de la Federación Colombiana de Periodistas, asegura que  «La Unidad Nacional de Protección (UNP) no debe excusarse en dificultades de tipo presupuestal, personal o administrativo, para cumplir eficientemente su función y garantizar la vida de los protegidos.

               “los protegidos aseguran que terminan pagando costos de mantenimiento de vehículos, sin que el Estado en muchos casos les reintegre el dinero”.

No constituye una respuesta adecuada a la naturaleza de la entidad, atribuir las fallas y deficiencias de su funcionamiento a problemas de coordinación institucional o a actuaciones individuales de sus funcionarios anteriores o actuales. No se puede trasladar a los protegidos la carga de operación y funcionamiento de una entidad del Estado, la responsabilidad de protección, asignada a la UNP, debe ser cumplida integralmente como lo manda la ley y la Constitución Nacional «.

«Es evidente que el mecanismo de protección de los periodistas en Colombia es defectuoso y necesita ser reformado”, dice Emmanuel Colombié, jefe de la oficina latinoamericana de RSF.  “En un país como Colombia, uno de los más mortíferos en América del Sur para los periodistas, la importancia de este tipo de dispositivo es crucial, por lo que hacemos un llamado a las autoridades colombianas a trabajar ahora con su reestructuración».

El informe de FECOLPER e RSF Colombia: actividad periodística en riesgo recoge la percepción y testimonio de 104 periodistas que están vinculados al Programa de Protección; establece datos sobre el funcionamiento y las medidas otorgadas. Además de poner en relieve deficiencias del Programa, el texto abarca riesgos y vivencias que enfrentan estos periodistas amenazados.

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El informe de la FLIP, “15 años de protección a periodistas en Colombia: esquivando la violencia sin justicia”, evalúa el desarrollo normativo, financiero y operativo del programa de protección que el Estado ha brindado a los periodistas colombianos en los últimos 15 años y revela datos claves sobre los costos, resultados y errores de la protección estatal. Lea el informe aquí

La reforma al Programa de Protección es un paso significativo para la libertad de prensa en Colombia y algunas de las recomendaciones podrían ser:

  •  Reformular el concepto y metodología con la que se establecen los niveles de riesgo, así como los criterios con los que se otorgan las medidas de protección.
  •  Reestructurar la cadena administrativa para garantizar una respuesta rápida y adecuada a los riesgos que enfrentan los periodistas.
  •  Capacitar al personal de la UNP, encargado de los temas de seguridad, en cuestiones de la libertad de información.
  •  Garantizar la participación de la Fiscalía en el programa de protección. La protección no estará completa mientras las amenazas a la prensa queden impunes.
  •  Reformular el programa de protección para que deje de ser exclusivamente reactivo. Prevenir y favorecer un ambiente seguro para la prensa es la mejor forma de protegerla.

Fecolper, RSF y la FLIP llamamos la atención de las problemáticas que se han presentado en el programa de protección a periodistas durante estos 15 años. Esperamos que las autoridades tomen medidas adecuadas y al mismo tiempo luchen contra los orígenes del problema de la violencia. Así como lo dijeron los periodistas colombianos el pasado 9 de febrero, Día del Periodista, “su mejor regalo” sería la seguridad física y el fin de la impunidad.

Colombia ocupa el puesto 128 de 180 países en el ranking mundial de la libertad de prensa publicada por RSF en febrero de 2015.

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——————————— [EN]

COLOMBIA

Flawed protection

Programme for protecting journalists needs overhaul

The Colombian government’s 15-year-old programme for protecting journalists is clearly flawed and needs an overhaul, according two new reports that have been published as part of the Periodismo en Riesgo (Journalism in Danger) campaign.

One of the reports was produced by the Bogotá-based Press Freedom Foundation (FLIP), the other by Reporters Without Borders (RSF) and the Colombia Federation of Journalists (FECOLPER).

The protection programme’s many problems include inadequate funding, corruption, bad decision-making, difficulties with evaluating risks and choosing appropriate responses, and unjustified delays.

Despite a significant fall in the number of journalists murdered, the programme is disappointing, FLIP’s report says. It has become increasingly complex but also more and more ineffective and falls far short of meeting the needs of journalists on the ground.

In the course of its 15 years of existence, the programme has focused on protecting and escorting journalists, without addressing the need for judicial investigations and prosecutions, or risk prevention and eradication.

Threats and attacks against news providers have not declined and, of the 388 threats against journalists since 2000 that the justice ministry had registered by mid-August 2014, only one has resulted in the arrest of those responsible.

FECOLPER president Adriana Hurtado said the National Protection Unit (UNP) must not use funding and administrative difficulties or problems with individual officials as an excuse for failing in its duty to guarantee the safety of the journalists it is supposed to protect.

               Journalists receiving protection say they have often had to pay for the maintenance of the vehicles assigned to protect them without every being                     reimbursed by the state.

It is unacceptable for the UNP to blame the programme’s flaws on problems of coordination between different departments or on misconduct by former and current officials. It is not the job of journalists to ensure that a government-run programme functions properly. According to the law and Colombia’s constitution, it is up to the UNP to ensure that the entire protection programme works as it should.

“The protection programme is obviously defective and must be reformed,” said Emmanuel Colombié, the head of the Reporters Without Borders Americas desk. “This kind of programme is essential in a country such as Colombia, one of the deadliest in the western hemisphere for journalists. We urge the authorities to begin restructuring it at once.”

A successful overhaul of the programme would provide a significant boost to media freedom in Colombia. Here are some of the recommendations that FECOLPER, RSF and FLIP propose:

– Reformulate the concepts and methods used for evaluating risk levels and deciding which protective measures to apply.

– Reorganize the chain of command in order to ensure a swift and appropriate response to the dangers to which journalists are constantly exposed.

– Properly train the UNP personnel responsible for security, by making them more aware of issues related to freedom of information.

– Ensure that the justice ministry participates in the protection programme. Protection will never be complete if threats against journalists continue to go unpunished.

– Redesign the programme so that it is not just reactive in nature. Anticipating risks and creating a secure climate are the best way protect journalists.

The report by RSF and FECOLPER, entitled Colombia: actividad periodística en riesgo, includes interviews with 104 journalists who have received UNP protection. It provides facts and figures about the various aspects of the programme and how they work. It also provides insights into the lives of journalists in the field and the risks they run.

Read the report here

The FLIP report, entitled 15 años de protección a periodistas en Colombia: esquivando la violencia sin justicia, analyses the regulatory, financial and operational changes in the programme during the past 15 years and provides key data about its funding, its results and the mistakes that have been made.

Read the report here

FECOLPER, RSF and FLIP urge the authorities to take appropriate measures to address the programme’s flaws of the past 15 years while at the same time combatting the origins of the problem of violence.

As many of the country’s journalists said on 9 February, celebrated as Day of the Journalist in Colombia, the best gift they could receive would be physical safety and an end to impunity.

Colombia is ranked 128th out of 180 countries in the 2015 Reporters Without Borders press freedom index.

Video: https://www.youtube.com/watch?v=ns0kaMt7I40

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Colombie : le programme de protection des journalistes doit être réformé

Après 15 ans d’existence, le programme de protection des journalistes en Colombie affiche des déficiences évidentes et son mode de fonctionnement a besoin d’être repensé. Ces défaillances sont détaillées dans deux rapports, présentés dans le cadre de la campagne Periodismo en Riesgo (journalisme en danger). Le premier rapport est réalisé par la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), et le second par Reporters sans frontières (RSF) et la Federación Colombiana de periodistas (FECOLPER).

Entre crise budgétaire, mauvaises prises de décision, difficultés pour évaluer les risques et choisir les traitements adaptés, retards injustifiés et corruption, les problèmes sont nombreux.

Pour la FLIP, malgré la baisse significative du nombre d’assassinats de journalistes, le programme reste décevant. Etant de plus en plus complexe, il est aussi de plus en plus inefficace et s’éloigne des besoins des journalistes de la région.

Au fil de ces 15 ans, la protection de l’Etat s’est orientée vers la protection et l’escorte des journalistes sans se préoccuper de la justice, de la prévention et de l’éradication des risques. Les agressions dirigées contre les acteurs de l’information n’ont pas diminué, et sur les 388 menaces envers des journalistes recensées au 14 août 2014 par le ministère de la Justice, seule une a été suivie de l’arrestation des responsables…

Pour Adriana Hurtado, présidente de la FECOLPER, l’UNP ne doit pas se cacher derrière des difficultés budgétaires, administratives ou des problèmes d’individus pour remplir correctement sa fonction et garantir la sécurité des journalistes protégés.

                 Ces derniers affirment devoir souvent payer eux-mêmes les coûts d’entretien des véhicules de protection, sans que l’Etat leur rembourse les frais.

Attribuer les failles du mécanisme à des problèmes de coordination institutionnelle ou au mauvais comportement des anciens et actuels employés du programme n’est pas une réponse à la hauteur de la mission de l’UNP. Ce n’est pas aux journalistes de faire fonctionner un mécanisme géré par l’Etat. La responsabilité de la protection revient à l’UNP, qui doit prendre en charge l’intégralité du fonctionnement, comme le prévoit la loi et la Constitution colombienne.

 « Il est évident que ce mécanisme de protection est défectueux et doit être réformé, déclare Emmanuel Colombié, responsable du Bureau Amérique Latine pour Reporters sans frontières. Dans un pays comme la Colombie, l’un des plus meurtriers d’Amérique du sud pour les journalistes, ce type de dispositif est crucial, raison pour laquelle nous appelons les autorités colombienne à travailler dès aujourd’hui à la restructuration du programme.»

Une réforme du programme représenterait un pas significatif pour la liberté de la presse en Colombie. Voici quelques unes des recommandations que nos organisations souhaitent mettre en avant :

 – Reformuler le concept et la méthodologie utilisée pour évaluer les niveaux de risque et établir les critères d’octroi des mesures de protection.

 – Restructurer la chaîne administrative pour garantir une réponse rapide et adaptée aux risques rencontrés par les journalistes au quotidien.

 – Former correctement le personnel de l’UNP en charge de ces questions de sécurité, en les sensibilisant aux thèmes liés à la liberté d’information.

 – Garantir la participation du ministère de la Justice dans le programme de protection : cette protection ne ne sera jamais complète si les menaces contre la presse restent impunies.

 – Redéfinir les contours du programme pour qu’il n’agisse pas seulement dans la réaction : anticiper les risques et créer un climat sécuritaire est la meilleure façon de protéger la profession.

Dans le rapport Colombia: actividad periodística en riesgo, RSF et FECOLPER ont recueilli les témoignages de 104 journalistes ayant été protégés par l’UNP. On y découvre également des données chiffrées sur le fonctionnement et les différentes mesures du programme, mais aussi des détails sur les conditions de vie et les risques encourus par les journalistes sur le terrain.

 Lire le rapport ici

Dans le rapport “15 años de protección a periodistas en Colombia: esquivando la violencia sin justicia”, la FLIP analyse l’évolution règlementaire, financière et opérationnelle du programme lors des 15 dernières années, et révèle les données clefs sur les coûts, les résultats et les erreurs du système.

Lire le rapport ici

La FECOLPER, RSF et la FLIP veulent attirer l’attention sur les nombreuses défaillances du système au cours des 15 années écoulées. Nous espérons que les autorités colombiennes prendront les mesures adéquates tout en luttant contre les origines du problème de la violence.

Comme l’affirmaient plusieurs journalistes colombiens lors de la « Journée nationale du Journaliste », le 9 février dernier, « le plus beau cadeau » que l’on puisse leur faire serait la sécurité physique et la fin de l’impunité.

 La Colombie est 128ème sur 180 pays au classement mondial de la liberté de la presse, publié en février 2015 par RSF.25

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