Foto tomada: google images

Tras dos agresiones contra periodistas del departamento del Huila, en menos de una semana, el Centro de Solidaridad de la Federación de Periodistas, Ceso-FIP, hizo un llamado a los grupos armados ilegales para que cesen el hostigamiento contra la prensa.

“Los guerreros de todas las vertientes ideológicas tienen que comprender que la obligación de los periodistas es informar a la sociedad, así, en ocasiones, la información saque a la luz hechos que se quieren mantener ocultos. De la misma manera como hemos puesto una alta cuota de sacrificio en vidas denunciando actos de corrupción, también es nuestro deber ético dar a conocer sus excesos contra la población”, declaró Eduardo Márquez, director de Ceso-FIP.

En uno de los casos, los hostigamientos y amenazas fueron de tal magnitud que una periodista radial se vio obligada a dejar abandonados su trabajo y vivienda, para refugiarse en otra región del país.

Y el pasado fin de semana, otro colega fue forzado a entregar su cámara fotográfica, una grabadora y su teléfono celular, además de la billetera con todos los documentos de identificación y el dinero. El colega había sido previamente abordado por un presunto guerrillero que le expresó la intención de las FARC de entregarle pruebas sobre el estado de salud de cuatro secuestrados: la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt –de quien dijo padece asma y una infección-; el congresista de Nariño, Luís Eladio Pérez; la huilense Consuelo González y un sub oficial del Ejército Nacional.

“En nombre de los más de 500.000 periodistas afiliados a la Federación Internacional de Periodistas en 120 países, hago un llamado para que los grupos armados pongan punto final a las amenazas contra los colegas, permitan su regreso junto a sus familias y a la normalidad de sus trabajos, y que el material de trabajo decomisado sea devuelto, todo esto como una muestra de buena voluntad frente a la prensa colombiana e internacional”, concluyó Márquez.

 

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