El periodista Mario Alfonso Puello, fue secuestrado el pasado domingo 17 de febrero, junto a dos personas más, cuando cayó en un falso retén de un grupo armado ilegal sin determinar, en el kilómetro 35 de la caribeña vía Santa Marta-Rioacha, 1.120 kilómetros al norte de Bogotá.
“Hacemos un llamado al grupo que secuestró a nuestro colega para que, en una muestra de buena voluntad, lo liberen junto a Maikol Mendoza y Jhon Romero, lo más pronto posible”, pidió el Presidente de la Federación Colombiana de Periodistas, Eduardo Márquez. “Mario Alfonso es miembro de nuestra organización, por lo que haremos todo lo que esté a nuestro alcance por conseguir su regreso sano y salvo. Desde ya, estamos pidiendo la solidaridad de la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe, FEPALC, y la Federación Internacional de Periodistas, FIP, a las que está afiliado FECOLPER, para que se unan a nuestra voz”.
A continuación, el comunicado del Círculo de Periodistas de la Guajira, organización regional afiliada a FECOLPER: COMUNICADO A LA OPINION PUBLICA
El Circulo de Periodistas de La Guajira, rechaza el secuestro de que fue objeto, el colega Mario Alfonso Puello, en hechos que ocurrieron la tarde de este domingo en el kilómetro 35 de la vía que comunica a Santa Marta con Riohacha, en un falso reten.
Junto al periodista Mario Alfonso Puello, fueron secuestrados dos personas más Maikol Mendoza y Jhon Romero, quienes venían de una misión oficial de la localidad de Río Ancho, luego de cumplir con una jornada de alfabetización con una comunidad Wiwa, junto al rector de la Universidad Abierta y a Distancia Unad, Aldo Brito, quien logró huir de la acción terrorista.
Mario Alfonso Puello, lleva más de diez años en el ejercicio periodístico, actualmente trabaja con el proyecto de alfabetización de la Unad y con el noticiero en Línea con la Noticia, que se transmite por Radio Delfín.
El gremio de periodistas de La Guajira, hace un llamado al grupo armado que mantiene en su poder al Comunicador Mario Alfonso, para que le respeten la vida y lo devuelvan cuanto antes al seno de su hogar, donde diez hijos entre ellos cuatro menores lo esperan ansioso.
Las autoridades no han logrado establecer aún que grupo mantiene en su poder al periodista y sus otros dos acompañantes, pero de acuerdo al relato del rector de la Unad Aldo Brito, el grupo se identificó como de la insurgencia, quienes montaron un falso retén vistiendo prendas y usando armas de uso privativo del Ejército Colombiano.
Federación Colombiana de Periodistas, FECOLPER
La FECOLPER representa a más de 1000 periodistas en 18 departamentos del país Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas,CESO – FIP La FIP representa a más 600 mil periodistas en 120 países
«Periodista secuestrado no estaría en manos de las FARC»
27/2/2008
Mediante una llamada telefónica a la emisora de Caracol en Rioacha, un vocero del Frente 59 de las FARC que opera en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, negó tener en su poder al periodista Mario Alfonso Puello, secuestrado el pasado 17 de febrero.
“Si a nuestro colega y a sus dos acompañantes no los tiene la guerrilla de las FARC, es necesario, en consecuencia, explorar otras hipótesis que han venido tomando fuerza con el paso de los días”, comentó Eduardo Márquez, Presidente de la Federación Colombiana de Periodistas, FECOLPER. “Por eso, solicitamos a las autoridades que determinen si una patrulla del Ejército o la Policía se encontraba en el kilómetro 35 de la vía Santa Marta-Rioacha, a las 3:50 de la tarde, de ese domingo fatídico”.
A continuación, el comunicado de del Círculo de Periodistas de la Guajira, organización afiliada a FECOLPER:Circulo de Periodistas de La Guajira
COMUNICADO A LA OPINION PUBLICA
El Circulo de Periodistas de La Guajira, se permite informar a la opinión pública, que por información suministrada directamente por un vocero del Frente 59 de las FARC, que dijo llamarse Sifredo, al periodista Albeiro Sánchez, en llamada telefónica, hoy miércoles 27 de febrero a las 6 y 20 de la mañana, a la emisora Caracol, confirmó que ellos no tienen en su poder al periodista secuestrado Mario Alfonso Puello, ni a sus acompañantes Maikol Mendoza y Jhon Romero.
Reiteró el vocero del Frente 59 de las FARC, que luego de verificar con todos los frentes de esa organización que operan en el departamento de La Guajira, se concluyó que las tres personas que fueron secuestradas el pasado domingo 17 de febrero, en la vía Santa Marta Riohacha, no se encuentran en su poder.
El CIRCULO DE PERIODISTAS DE LA GUAJIRA, hace un nuevo llamado al grupo armado que tiene en su poder al periodista Mario Alfonso Puello, Maikol Mendoza y Jhon Romero, para que los devuelvan cuanto antes sanos y salvos a sus hogares. Sus hijos lloran su ausencia.
Así mismo, aumenta la preocupación al no conocerse ninguna información sobre el paradero de las tres personas, que atendiendo una orden en un falso reten, fueron secuestrados por un grupo armado aún sin identificar.
Hacemos el llamado público a la Fiscalía General de La Nación, a la Procuraduría, a la Defensoría del Pueblo y, a la Cruz Roja Internacional, para que tomen interés en el tema, pues estamos ante un caso que aumenta el número de secuestrados en el país y, se atenta contra el sano ejercicio del periodismo.
Riohacha, febrero 27 del 2.008
«Organizaciones de periodistas y libertad de prensa exigen al ELN liberar a Mario Alfonso Puello»
5/6/2008
El Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas, la Fundación para la Libertad de Prensa, la Federación Colombiana de Periodistas, FECOLPER, y su organización afiliada, el Círculo de Periodistas de la Guajira, exigimos al grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional, ELN, la inmediata liberación de nuestro colega Mario Alfonso Puello.
Como se recordará, la retención ilegal de Mario Alfonso se produjo cuando el periodista viajaba con varias personas del programa de alfabetización para indígenas adultos de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD, del cual hacía parte. El vehículo se movilizaba por la vía Santa Marta – Riohacha cuando, a la altura del kilómetro 35, fueron obligados a detenerse por guerrilleros del ELN que habían montado un retén ilegal, el pasado 17 de febrero.
Puello y otras tres personas, entre las que se encontraba el rector de la UNAD, Aldo Brito Carrillo, fueron obligados a descender del automotor y de inmediato fueron aprehendidos por desconocidos, quienes se los llevaron caminando. Luego de haber avanzado un trayecto de unos 300 metros, Brito logró escapar de sus captores tras forcejear con uno de ellos.
El pasado lunes, en horas de la tarde, tropas del Ejército Nacional capturaron a Manuel de Jesús Bonet de la Rosa, de 22 años y 7 de incorporación al ELN, quien informó que los secuestrados están con vida, en manos del Frente Domingo Barrios del Ejército de Liberación Nacional. El sujeto que fue procesado, en audiencia pública, por el delito de rebelión, detalló que tanto el colega Mario Alfonso, como quienes lo acompañaban, se encuentran delgados debido a las dificultades de aprovisionamiento por los constantes operativos del Ejército.
Mario Puello, padre de 10 hijos y miembro de la Federación Colombiana de Periodistas, es un veterano reportero que habitualmente trabaja temas comunitarios y de interés social, razón por la cual estaba vinculado al programa de alfabetización de la UNAD, entre otros proyectos. El día del secuestro, el periodista se movilizaba como integrante de una comisión de esta universidad y, a la vez, realizaba el cubrimiento periodístico de la jornada de alfabetización.
Tras su secuestro, tanto el Círculo de Periodistas de la Guajira, como la Federación Colombiana de Periodistas realizaron dos manifestaciones para exigir la liberación del periodista, en Riohacha y Cartagena. Igualmente, organizaciones de libertad de prensa han apelado a todos los mecanismos jurídicos nacionales e internacionales para conseguir la libertad de los secuestrados.
“Hago un llamado a todos los afiliados a FECOLPER para que manifiesten su rechazo al secuestro del ELN, por todo los medios, y exijamos su inmediata e incondicional libertad. También hago un llamado a todas las asociaciones y sindicatos afiliados a la Federación Internacional de Periodistas en 120 países para que se sumen a nuestra voz de protesta”, declaró Eduardo Márquez, Presidente de la FECOLPER y Director del Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas. Por su parte, Betty Martinez, Presidenta del Círculo de Periodistas de la Guajira, manifestó: «Pedimos respeto por la vida de Mario. Sus hijos, amigos y colegas esperamos su regreso a casa, sano y salvo».
Finalmente, Márquez solicitó: «Quiero enviar un mensaje de cautela al Ministro de la Defensa y a los oficiales y soldados del Ejército Nacional que combaten al ELN, para que las vidas del colega y sus acompañantes no sean puestas en peligro”.
«La FIP exige liberación inmediata de periodista en poder de la guerrilla en Colombia»
9/6/2008
La Federación Internacional de Periodistas, FIP, lanzó hoy una campaña internacional por la liberación del periodista colombiano, Mario Alfonso Puello, secuestrado por la guerrilla hace 113 días.
La FIP y sus afiliados, hacen un llamado al Ejército de Liberación Nacional, ELN -grupo armado que secuestró a Puello y dos acompañantes el pasado 17 de febrero-, a liberar al colega y a los otros cautivos de inmediato. También hacen un llamado al gobierno colombiano a garantizar un retorno seguro a los secuestrados.
«Nuestros colegas en Colombia han afrontado graves peligros por muchos años”, afirmó Aidan White, Secretario General de la FIP.
La FIP respalda a la Federación Colombiana de Periodistas, FECOLPER, y organizaciones que apoyan a la organización nacional, en su campaña por la libertad de Puello.
Mario Puello, padre de 10 hijos y miembro de la Federación Colombiana de Periodistas, es un veterano reportero que habitualmente trabaja temas comunitarios y de interés social, razón por la cual estaba vinculado al programa de alfabetización de la UNAD, entre otros proyectos. El día del secuestro, el periodista se movilizaba como integrante de una comisión de esta universidad y, a la vez, realizaba el cubrimiento periodístico de la jornada de alfabetización.
Un combatiente del ELN, capturado la semana pasada, confirmó que Puello y las otras dos personas están con vida y en manos del grupo guerrillero.
«Hacemos un llamado al ELN a liberar a Mario y a todos los secuestrados”, declaró White. “Esperamos que las autoridades colombianas hagan todo lo que esté a su alcance para garantizar que el regreso de estas personas al seno de sus hogares sea seguro”.
«Liberado periodista secuestrado por el ELN»
Martes, 18 Noviembre 2008
Luego de 56 días, el periodista también corrió con la misma suerte, fue entregado, coincidencialmente, a la misma hora del secuestro al obispo de la Diócesis de Tibú y vicepresidente de la Comisión Regional de Reconciliación de Arauca y Norte de Santander, monseñor Camilo Fernando Castrellón Pizano, en un lugar de las montañas que están en los límites de este departamento y el Cesar.
Un vocero de la Dirección del Frente de Guerra Nororiental de esa organización guerrillera, aseveró a la Comisión que la retención fue política para exigir por las comunidades, unos compromisos que Ecopetrol no ha cumplido en la región. Esos compromisos tienen que ver con la construcción de un puente que comunica a San Juancito con el Aserrío, dotación de varios puestos de salud y el arreglo de varias carreteras veredales.
“Al hacer la liberación unilateral del periodista estamos abriendo escenarios de diálogos.
La liberación de la ingeniera se hará cuando Ecopetrol manifieste
públicamente su intención de cumplir con eso”, recalcó.
EL SECUESTRO Y LA EXPERIENCIA“Fueron dos meses de una experiencia bastante impresionante, mucha incertidumbre y angustia, por estar pensando que en cualquier momento podríamos caer en un combate con las Fuerzas Militares y la guerrilla que nos tenían capturados.
En estos dos meses aprendí a valorar mucho la vida y nuestra función de periodistas, fueron dos meses en los que pensé mucho en mi familia y mis amigos, porque eso de estar en el monte sin saber nada de ellos, más que nostálgico es bastante triste”, relató Javier García Rangel después de la liberación.
En medio de la jubilosa alegría por volver a la libertad, recordó que el día de la retención sintió miedo de perder la vida por la reacción inmediata del Ejército Nacional que con un helicóptero disparaba a diestra y siniestra.
“Nunca había estado en un escena de combate, sentí mucho miedo porque las balas no preguntan, acaban con todo”, indicó.
“Después, fueron varios días de caminata y montadas en macho y mulas para hacer mas rápido los desplazamientos que casi siempre eran de noche para que los civiles no se dieran cuenta que nos estábamos moviendo y se filtrara la información.
Esos movimientos se hacían por unas zonas que ellos llaman liberadas porque las tienen controladas.Para ellos su mayor preocupación era nuestra seguridad”, agregó.“Una noche me caí de la mula por no estar acostumbrado. Si no hubiera sido por un guerrillero que me agarró me hubiera ido a un barranco sin fin con el animal”, complementó.
García Rangel reveló que en ese tiempo el trato fue bueno, nunca estuvo encadenado, encerrado ni con los ojos vendados. “Siempre estuvimos en lugares amplios, nos preguntaban qué queríamos comer para prepararnos un menú bastante equilibrado”.
“Los momentos de soledad y tristeza los compartía mucho con Yamile.
Entre los dos nos dábamos fuerzas para salir adelante. Varias veces al día rezábamos juntos”.
RUMBO A LA LIBERTADUna semana antes de la liberación fue separado de su compañera de trabajo y cautiverio. Le dijeron que iba a ser custodiado por otro frente, pero horas después le manifestaron que iba camino a la libertad.
“Fueron varios días de largas caminatas, en el camino sólo comíamos puros enlatados».
Coincidencialmente, a la 1:22 de la tarde, igual a la hora del día que nos secuestraron quedé libre. Al primero que vi fue a un colega periodista, después al obispo de Tibú y a un sacerdote.
Fue un momento de demasiada alegría. No sabia qué hacer si llorar o reír de felicidad en los hombros de mi colega a quien le di el abrazo más fuerte de los que jamás había dado en mi vida. Fue un momento que no se cómo explicar con palabras”.
Después de saludar al obispo y al sacerdote, emocionado levantó la cabeza al cielo y con lo brazos extendidos hacía arriba “le agradecí a Dios, a la Virgen María Auxiliadora y a las ánimas benditas por ese inolvidable momento”. Minutos más tarde con maleta al hombro y con el suéter negro de la ingeniera Yamile González, empezó a caminar para salir de la espesa montaña.
Podría decirse que en la mitad del camino le dijo a su colega, “esto (el secuestro) me ha dado fuerzas para seguir adelante como periodista. De esta profesión no me retiro.
Nací con la vocación de periodista y como periodista moriré. Creo que para que me alejen de la prensa tendrán que matarme”.De su compañera manifestó que el día que los separaron quedó bastante triste.
“Físicamente está bien. Sicológicamente debe estar muy golpeada. Ella era mi apoyo y yo el de ella. De su familia no sabe nada. No pudo mandar una prueba de vida. La única prueba soy yo. Sé que está viva y que está bien”. Con los ojos aguados por la felicidad de su libertad pero con la tristeza de haberla dejado en el monte le mandó a decir, “que tenga mucha fuerza, que así como se dieron las cosas para mí liberación, también se van a dar pronto para la de ella”.
Sobre las exigencia de la guerrilla para dejarla en libertad expresó, “es irónico. Tal vez a la guerrilla le falta información sobre el trabajo que ella ha hecho por las comunidades del Catatumbo”.
Después de las 8:00 de la noche cuando arribaba a Ocaña en un carro de la Diócesis de Tibú, el Obispo anunció la noticia a la familia y lo puso en comunicación con ellos. “Fue algo estruendoso. Todo el mundo gritaba, los oía muy felices. Había una tremenda algarabía”.
Al día siguiente, a la 1:22 de la tarde, descendió de un helicóptero de la empresa petrolera en el aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta donde se encontró con su familia.
AVENTURA MISIONERA La comisión que recibió al periodista recorrió más de 800 kilómetros en carro y gastó más de 50 horas de un sitio a otro, incluido el tiempo en canoa por el río Catatumbo y la larga y extenuante caminata por las montañas de la región para llegar al sitio donde se encontraba el objetivo de la liberación.
En cada tramo del recorrido, el obispo encomendaba el viaje y la misión a la Virgen María con el rezo del Santo Rosario.Hace 40 años, monseñor Castrellón Pizano tuvo un accidente.
Le hicieron dos cirugías de columna vertebral que lo dejaron un poco impedido. Era un montañista sumamente ágil.“Ahora no soy muy ágil, sin embargo, haciendo las cosas con calma resisto, no puedo hacer grandes caminatas a toda velocidad como la hacen los jóvenes pero voy caminando y en esos viajes largos tengo mucha confianza en un sacerdote que es muy hábil y que conociendo mis limitaciones, en los momentos difíciles me ayuda a pasar para no meter la patas.
En esta misión se me fueron un poco los tobillos, pero no metí las patas”, expresó.El día de la entrega y con varias horas de camino sintió fatiga y cansancio, pero iba con la conciencia de ir adonde tenía que ir. Por nada del mundo quería demorar la misión, era la primera vez que iba a recibir a un secuestrado. “En los caminares que hago llevo muy presente la pasión de Cristo.
En la medida que voy subiendo y se presentan problemas, la voy meditando y pidiendo al Señor perdón por los pecados de todos nosotros para que ese sacrificio sea para conseguir la paz y el desarrollo de la región y que la Iglesia pueda expresar y vivir la misión que el Señor le ha dado”, agregó.
“Recibir a Javier fue una gran satisfacción por ese largo caminar que tuvimos que hacer para llegar a su encuentro con la libertad, pero también hubo mucha nostalgia porque no estaba la ingeniera Yamile a quien aprecio mucho”.
COMISION DE RECONCILIACIONComo vicepresidente de la Comisión Regional de Reconciliación de Arauca y Norte de Santander, dijo que fue creada hace unos 15 días con la finalidad del acercamiento, los diálogos, la concertación y conciliación para abrir las ventanas y prestarse para la liberación de las personas.
“La Comisión nace en un momento muy importante para abrir una serie de puertas y ventanas para el diálogo. Nosotros en la iglesia siempre hemos sostenido que la guerra no soluciona los conflictos. Las armas no nos van a traer la paz, se necesita de la justicia social sin violencia, se necesita del diálogo y de los consensos y sobre todo que la paz nazca en el corazón”.
“La liberación de Javier es la primera manifestación de que la iglesia a través de la comisión abre las puerta a todos para encontrar la paz”,recalcó.Sobre la continuidad en cautiverio de Yamile Gonzáles y otras personas privadas de libertad en todo el territorio nacional, reiteró que la Iglesia no se ha olvidado de ellos. “Seguiremos trabajando para que se de la pronta liberación.
La iglesia, hasta que no salga la última persona privada de libertad no descansara ”Después de entregar al liberado a la familia en Cúcuta y antes de emprender el viaje de regreso a su sede episcopal en Tibú, le dijo a La Opinión, “cuando estoy cansado duermo y descanso para empezar de nuevo a caminar. Anoche (elmiércoles) dormí bien y estoy listo para otra misión».
Fuente: Diario La Opinión
Luego de 56 días, el periodista también corrió con la misma suerte, fue entregado, coincidencialmente, a la misma hora del secuestro al obispo de la Diócesis de Tibú y vicepresidente de la Comisión Regional de Reconciliación de Arauca y Norte de Santander, monseñor Camilo Fernando Castrellón Pizano, en un lugar de las montañas que están en los límites de este departamento y el Cesar.
Un vocero de la Dirección del Frente de Guerra Nororiental de esa organización guerrillera, aseveró a la Comisión que la retención fue política para exigir por las comunidades, unos compromisos que Ecopetrol no ha cumplido en la región.
Esos compromisos tienen que ver con la construcción de un puente que comunica a San Juancito con el Aserrío, dotación de varios puestos de salud y el arreglo de varias carreteras veredales.
“Al hacer la liberación unilateral del periodista estamos abriendo escenarios de diálogos.
La liberación de la ingeniera se hará cuando Ecopetrol manifieste públicamente su intención de cumplir con eso”, recalcó.
EL SECUESTRO Y LA EXPERIENCIA“Fueron dos meses de una experiencia bastante impresionante, mucha incertidumbre y angustia, por estar pensando que en cualquier momento podríamos caer
en un combate con las Fuerzas Militares y la guerrilla que nos tenían capturados.
En estos dos meses aprendí a valorar mucho la vida y nuestra función de periodistas, fueron dos meses en los que pensé mucho en mi familia y mis amigos, porque eso de estar en el monte sin saber nada de ellos, más que nostálgico es bastante triste”, relató Javier García Rangel después de la liberación.
En medio de la jubilosa alegría por volver a la libertad, recordó que el día de la retención sintió miedo de perder la vida por la reacción inmediata del Ejército Nacional que con un helicóptero disparaba a diestra y siniestra.
“Nunca había estado en un escena de combate, sentí mucho miedo porque las balas no preguntan, acaban con todo”, indicó.
“Después, fueron varios días de caminata y montadas en macho y mulas para hacer mas rápido los desplazamientos que casi siempre eran de noche para que los civiles no se dieran cuenta que nos estábamos moviendo y se filtrara la información.
Esos movimientos se hacían por unas zonas que ellos llaman liberadas porque las tienen controladas.
Para ellos su mayor preocupación era nuestra seguridad”, agregó.“Una
noche me caí de la mula por no estar acostumbrado. Si no hubiera sido por un guerrillero que me agarró me hubiera ido a un barranco sin fin con el animal”, complementó.
García Rangel reveló que en ese tiempo el trato fue bueno, nunca estuvo
encadenado, encerrado ni con los ojos vendados. “Siempre estuvimos en lugares amplios, nos preguntaban qué queríamos comer para prepararnos un menú bastante equilibrado”.
“Los momentos de soledad y tristeza los compartía mucho con Yamile.
Entre los dos nos dábamos fuerzas para salir adelante. Varias veces al día rezábamos juntos”.
RUMBO A LA LIBERTADUna semana antes de la liberación fue separado de su compañera de trabajo y cautiverio. Le dijeron que iba a ser custodiado por otro frente, pero horas después le manifestaron que iba camino a la libertad.
“Fueron varios días de largas caminatas, en el camino sólo comíamos puros enlatados».
Coincidencialmente, a la 1:22 de la tarde, igual a la hora del día que nos
secuestraron quedé libre. Al primero que vi fue a un colega periodista, después al obispo de Tibú y a un sacerdote.
Fue un momento de demasiada alegría. No sabia qué
hacer si llorar o reír de felicidad en los hombros de mi colega a quien le di el abrazo más fuerte de los que jamás había dado en mi vida. Fue un momento que no se cómo explicar con palabras”.
Después de saludar al obispo y al sacerdote, emocionado levantó la cabeza al cielo y con lo brazos extendidos hacía arriba “le agradecí a
Dios, a la Virgen María Auxiliadora y a las ánimas benditas por ese inolvidable momento”.
Minutos más tarde con maleta al hombro y con el suéter negro de la
ingeniera Yamile González, empezó a caminar para salir de la espesa montaña.
Podría decirse que en la mitad del camino le dijo a su colega, “esto (el secuestro) me ha dado fuerzas para seguir adelante como periodista. De esta profesión no me retiro.
Nací con la vocación de periodista y como periodista moriré. Creo que para que me alejen de la prensa tendrán que matarme”.De su compañera manifestó que el día que los separaron quedó bastante triste.
“Físicamente está bien. Sicológicamente debe estar muy golpeada. Ella era mi apoyo y yo el de ella. De su familia no sabe nada. No pudo mandar una prueba de vida. La única prueba soy yo. Sé que está viva y que está bien”. Con los ojos aguados por la felicidad de su libertad pero con la tristeza de haberla dejado en el monte le mandó a decir, “que tenga mucha fuerza, que así como se dieron las cosas para mí liberación, también se van a dar pronto para la de ella”.
Sobre las exigencia de la guerrilla para dejarla en libertad expresó, “es irónico. Tal vez a la guerrilla le falta información sobre el trabajo
que ella ha hecho por las comunidades del Catatumbo”.
Después de las 8:00 de la noche cuando arribaba a Ocaña en un carro de la Diócesis de Tibú, el Obispo anunció la noticia a la familia y lo puso en comunicación con ellos. “Fue algo estruendoso. Todo el mundo gritaba, los oía muy felices. Había una tremenda algarabía”.
Al día siguiente, a la 1:22 de la tarde, descendió de un helicóptero de la empresa petrolera en el aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta donde se encontró con su familia.
AVENTURA MISIONERA La comisión que recibió al periodista recorrió más de 800 kilómetros en carro y gastó más de 50 horas de un sitio a otro, incluido el tiempo en canoa por el río Catatumbo y la larga y extenuante caminata por las montañas de la región para llegar al sitio donde se encontraba el objetivo de la liberación.
En cada tramo del recorrido, el obispo encomendaba el viaje y la misión a la Virgen María con el rezo del Santo Rosario.Hace 40 años, monseñor Castrellón Pizano tuvo un accidente.
Le hicieron dos cirugías de columna vertebral que lo dejaron un poco
impedido. Era un montañista sumamente ágil.“Ahora no soy muy ágil, sin embargo, haciendo las cosas con calma resisto, no puedo hacer grandes caminatas a toda velocidad como la hacen los jóvenes pero voy caminando y en esos viajes largos tengo mucha confianza en un sacerdote que es muy hábil y que conociendo mis limitaciones,
en los momentos difíciles me ayuda a pasar para no meter la patas.
En esta misión se me fueron un poco los tobillos, pero no metí las patas”, expresó.El día de la entrega y con varias horas de camino sintió fatiga y cansancio, pero iba con la conciencia de ir adonde tenía que ir.
Por nada del mundo quería demorar la misión, era la primera vez que iba a recibir a un secuestrado. “En los caminares que hago llevo muy presente la pasión de Cristo.
En la medida que voy subiendo y se presentan problemas, la voy meditando y pidiendo al Señor perdón por los pecados de todos
nosotros para que ese sacrificio sea para conseguir la paz y el desarrollo de la región y que la Iglesia pueda expresar y vivir la misión que el Señor le ha dado”, agregó.
“Recibir a Javier fue una gran satisfacción por ese largo caminar que tuvimos que hacer para llegar a su encuentro con la libertad, pero también hubo mucha nostalgia porque no estaba la ingeniera Yamile a quien aprecio mucho”.
COMISION DE RECONCILIACIONComo vicepresidente de la Comisión Regional de Reconciliación de Arauca y Norte de Santander, dijo que fue creada hace unos 15 días con la finalidad del acercamiento, los diálogos, la concertación y conciliación para abrir las ventanas y prestarse para la liberación de las personas.
“La Comisión nace en un momento muy importante para abrir una serie de puertas y ventanas para el diálogo.Nosotros en la iglesia siempre hemos sostenido que la guerra no soluciona los conflictos. Las armas no nos van a traer la paz, se necesita de la justicia social sin violencia, se necesita del diálogo y de los consensos y sobre todo que la paz nazca en el corazón”.
“La liberación de Javier es la primera manifestación de que la iglesia a través de la comisión abre las puerta a todos para encontrar la paz”,recalcó.Sobre la continuidad en cautiverio de Yamile Gonzáles y otras personas privadas de libertad en todo el territorio nacional, reiteró que la Iglesia no se ha olvidado de ellos. “Seguiremos trabajando para que se de la pronta liberación.
La iglesia, hasta que no salga la última persona privada de libertad no descansara ”Después de entregar al liberado a la familia en Cúcuta y antes de emprender el viaje de regreso a su sede episcopal en Tibú, le dijo a La Opinión, “cuando estoy cansado duermo y descanso para empezar de nuevo a caminar. Anoche (elmiércoles) dormí bien y estoy listo para otra misión».
«Ceso-FIP y FECOLPER dan la bienvenida a la liberación de Mario Alfonso Puello»
19/6/2008
El Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas, Ceso-FIP, y la Federación Colombiana de Periodistas, FECOLPER, celebran la liberación del periodista Mario Alfonso Puello, secuestrado el pasado 17 de febrero, en el kilómetro 35, vía Riohacha – Santa Marta, por el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional, ELN.
Luego de tres días de caminar por la Sierra Nevada de Santa Marta, el colega Mario Alfonso Puello y sus acompañantes, Maikol Mendoza y Jhon Romero, fueron liberados por un comando del ELN, en la finca “El Puentecito”, gracias a la gestión humanitaria del Cruz Roja Colombiana. De esta manera, ciento veintitrés días de zozobra y angustia para los familiares, colegas y amigos de Mario Alfonso, finalmente, llegan a su fin.
Visiblemente demacrados, por las difíciles condiciones del cautiverio, y con señales de deshidratación, los tres liberados son movilizados, en este momento, en una caravana, hacia la sede la Cruz Roja en la ciudad Riohacha, capital departamento de la Guajira.
“Esta es la noticia que esperamos durante más de cuatro meses. Le damos la bienvenida a la libertad a nuestro colega y afiliado; compartimos la alegría expresada por nuestros compañeros del Círculo de Periodistas de la Guajira”, declaró Eduardo Márquez, Presidente de la Federación Colombiana de Periodistas y Director del Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas. “Nuestros votos porque este gesto del ELN, se extienda a los demás civiles secuestrados, porque este sea el comienzo del fin de ese delito de lesa humanidad que tanto sufrimiento le ha causado a miles de familias de colombianos”.